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La ardilla vanidosa

 

Por: Carolina Cárdenas.

En una espesa selva vivian muchos animales, como leones, gatos, pájaros, jirafas, zorros, leopardos etc. Y entre ellos se ayudaban cuando tenían algún problema entre todos buscan la mejor solución de este modo convivían en armonía y paz, pero la mayoría de tiempo se reunían por especies según con sus tipos de vivienda. Algunos adultos dejaban a sus padres y hermanos para vivir solos.

 

Entre estos una ardilla vanidosa y muy bonita, la cual quiso vivir sola para que nadie la regañara cuando saliera con sus amigos de compras o de fiesta y como esta era tan vanidosa siempre se estaba cepillando el pelo en especial su colita, pintándose los ojos y los labios etc.

 

Un día en la tarde después de que llego de trabajar se sentó en la puerta a descansar, cuando paso un joven y apuesto gato este viendo a la ardilla se le acerco y la saludo diciendo “Buenas tardes señorita, cómo te llamas” pero ella orgullosa lo mira de arriba abajo y le contesta despectivamente – Buenas tardes me llamo Catalina pero no hablo con pobretones vete. Si no te vas llamo a mis padres que viven cerca. El joven gato contesto – está bien me voy solo quiero que sepas   que me llamo Rubén y aunque pobre trabajo y me gustas desde hace tiempo pero no me había atrevido ni a saludarte por temor a tu rechazo hasta hoy bueno, adiós.

 

Después de un rato pasa un zorro muy elegante  vestido de traje de paño y al ver a Catalina le dice muy pícaro saludándola - Hola preciosa estas sola, ven conmigo te invito a cenar y después te llevo a un lugar donde te la vas a pasar bien, para que te diviertas un rato. Pero este zorro tenía algo en mente para hacerle daño.

 

La llevo a un restaurante fino y elegante después la llevo a bailar a la media noche la acompaño hasta la casa, ya el zorro tenía planeado lo que haría, le dijo a Catalina con tono sutil que si podía invitarlo a pasar un rato le insistió tanto que ella se vio obligada a que pasara y una vez adentro quiso besarla a la fuerza y ella al rechazarlo, el zorro le rasgo el vestido pero Catalina se le pudo escapar y a gritar pidiendo ayuda, al instante llegaron los padres y algunos vecinos y entre todos los sacaron a palos. Después de unos días la ardilla aprendió que no debe juzgar a los demás por lo que tienen o no, así que busco al Joven gato Rubén, le pidió disculpas, se hicieron amigos y con el tiempo se casaron y fueron felices hasta el fin de los días.

 

Moraleja: Tenemos que conocer a las personas por sus sentimientos y no por su posición económica. Mejor dicho si tienen o no riquezas, como el dicho las apariencias engañan.

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