
Una voz en el silencio
Por: Dayan Quitián
El día empieza para muchos de los mortales con sueños, luciones o metas para cumplir…en cambio para mi, empieza entre el olvido y la aterradora luz del día, la existencia deja de ser un sueño cuando ella pasa, en su rostro lleva aquella sonrisa hermosa pero a la que se ve reflejada tristeza y dolor.
La vi pasar muchas veces no recuerdo cuando fue la primera vez que la vi porque para mí las fechas, las horas o minutos realmente no tienen ningún sentido.
Una mañana fría ella caminaba por este lugar de olvido lleno de almas perdidas con una historia que contar, sentí sus pasos firmes y seguros se sentó al lado y mientras lo hacia su mirada era como si no hubiera percibido mi presencia. Hoy recuerdo aquel saludo que con aquella sonrisa ilumino la oscuridad en la que he vivido por mucho tiempo y dio paz a mi alma…esa alma que por este mundo infame vaga “como olvidar aquel día”. Duro allí toda la mañana y parte de la tarde sin decir palabra alguna, no me atreví a hablarle “sentí miedo, era la primera vez que sentía esa sensación “. Se levanto de allí, me miro y se alejo mientras una lágrima corría por sus mejillas.
Pasaron días sin saber de ella, mi alma desesperada gritaba sin ser oída…en ese momento medí cuenta de que la amaba, es algo raro de describir por que una persona en el estado en el que me encuentro no debería estar sintiendo esas cosas.
Esa tarde en la que ella volvió mis ansias de saber de ella calmaron, nuevamente ella se sentó… éramos los dos solos. Recuerdo oír.
--Hola Sam…sabes, me gusta tu mirada no me había sentido tan feliz estando con una persona como tú, es algo extraño de explicar… por cierto soy Danna.
“Me sentí tan alagado de que una mujer como ella, tan hermosa dijera esa palabras”.
--Eres hermosa, no entiendo que haces en este lugar tan triste y solo. No respondió nada, sus ojos miraban fijamente sus muñecas mientras sus manos jugueteaban con el césped. Ella se acomodo el cabello ni pude ver las marcas que ella miraba en sus muñecas “hay comprendí todo”…me dijo en voz baja.
--Sabes, estoy cayendo en un abismo, mi destino no ha sido el mejor, estoy condenada a la soledad…me abandono ese hombre al que le di mis mejores momentos…me abandono.
“sentí pena por ella, mis manos frías y blancas querían acariciar su delicada piel, pero no lo hice”
--Necesito que me ayudes, tu eres el único que puedes, no quiero estar más en este mundo, deseo morir-.” Esa linda mujer está pidiendo ayuda para algo en el cual no estaba de acuerdo que ría darle mil razones por el cual no debería tomar esa decisión, pero no era el indicado para dar un consejo de ese tipo”
-Vendré mañana, cuando todos ya se hayan ido, espero que me agás compañía en ese momento-
.se marcho y yo quede con miles de cosas rondando en mi mente “como podría ayudarla con tan absurda idea…no quería ver morir a la persona que me dio compañía, no quería ver como moría sin yo poderla ayudar , pero creo que no era el indicado para dar un consejo, para ayudar a una persona que deseaba morir …si yo fui uno de ellos, uno más que decidió acabar con su vida y que ahora mi alma descansa en este frio cementerio ,flotando entre lapidas y epitafios. La vi llegar, en su mano traía una daga con la que corto sus delicadas muñecas...Ahora su sangre se derrama en mi lapida, yo hay esperando su llegada a este mundo de almas destinadas a vagar en la eternidad…